Adolfina Santos, de 45 años, fue quemada viva en Uruguay al ser acusada de bruja. El cacique de la etnia Mbya en Tahehyí la sentenció a muerte, por lo que fue atada a un palo, dispararon con flechas y por último fue quemada. Nueve miembros de la tribu han sido acusados de asesinato en primer grado, después de haber confesado el crimen.
Adolfina Santos, de 45 años, ha sido quemada viva en Tahehyí, a 300 kilómetros de Asunción, Uruguay, al ser condenada por bruja por el cacique de la etnia Mbya a la que ella pertenecía. La indígena fue atada a un palo, para que después miembros de la tribu le lanzaran flechas con sus arcos, y terminase siendo incinerada en una pila, según recoge elDaily Mail.
La fecha de la muerte todavía se desconoce, aunque los nueve miembros de la tribu que ejecutaron a la mujer ya han sido imputados por asesinato en primer grado y privación de la libertad por la fiscal local, Fany Aguilera. Desde la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas avisan que miles de personas son asesinadas al año al ser acusadas de brujería, o incluso abandonadas y asesinadas por su familia, en todo el mundo.
La agencia estatal de protección de los pueblos originarios del país uruguayo emitió un comunicado el miércoles, en el que asegura que "a pesar de que las comunidades indígenas tengan leyes desfasadas", sus actos no pueden implicar una violación de los derechos constitucionales del respeto a la vida y la libertad de las personas.
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